UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




viernes, 30 de enero de 2009

Bar La Cuesta II

C/Villa de Madrid, Poligono Fuente del Jarro, Paterna


Por Tim:

Haciendo un recorrido por el Polígono Industrial de Paterna, mas concretamente en la calle Villa de Madrid (donde tanto Javi como yo hemos tenido dos trabajos) era triste pasar sin entrar al Bar La Cuesta II y ver si todo seguía como antes y no se había hundido tras la existencia del Bar de todo a un euro (ver entrada anterior). Y si, allí estaban un montón de currantes, observados por una cabeza de ciervo muerto que cuelga de la pared (el hombre del bar, el señor Santiago, se ve que le gusta la caza y estas cosas)

Y es que se ve que la gente que va a este bar le cuesta cambiar el habito de irse. Recuerdo que aunque al lado estaba el Massagò, un bar que hacían la comida del día, la camarera era guapisima y era mas barato, nosotros seguiamos comiendo en La Cuesta II. Yo al final cambie de hábitos y me fui al Massago pero siempre volvía de vez en cuando: sobre todo los viernes que era cuando comían el Iborra, Miguel y el resto de gente de Palacio Oriental que no eran habituales. Aun después de trabajar allí fuimos a verlos muchas veces.

Este bar se caracteriza porque la comida es recalentada, cocinan una vez a la semana. Esta casi todo malísimo pero no tanto como lo que cocina mi abuela. El menú vale 7 euros, y te cobran un euro si tienes la osadía de pedir un huevo frito. La cerveza vale 1'30 como es habitual. El aceite y el vinagre están llenos de mosquitos. Hay cocineras que dan miedo y el hombre le cambio a Javi una vez unos guantes sin dedos por un conejo muerto que había cazado. Pero aun así todos queremos a este bar entrañable de donde he salido mas de una vez borracho de Jack Daniels.

Puedes coger allí el 20 minutos, es espacioso y puedes meter la bici (hombre, se puede enfadar el Sr. Santiago pero bueno). Os aconsejo que os comáis la ensalada antes que los demás, que robéis el pan de las demás mesas y si hay, pedios, de mi parte, un filete ruso (es carne empanada pero mola mas así)

Cafeteria Leo

C/Villa de madrid, Poligono Fuente del jarro, Paterna


Por Tim:



Esta muy de moda y sale mucho en las noticias ultimamente. Es el bar del que todos hablan. La Cafeteria Leo ha rebajado sus precios en el menu, que antes costaba 7 euros, a poner TODO a un euro. Si señores. Alli fuimos Steve, el sr Vela, el Spectrum y yo y así lo comprobamos.

Una vez llegamos alli, lo primero era encontrar sitio. Aquello estaba de gom a gom, normal: todo el mundo quiere comer alli. Todos hemos oido el caso del hombre que lleva a sus siete hijos a comer alli por que es mas barato que comer en casa (Allí estaban el hombre y los hijos, que lo vi yo con estos ojos). Tambien habia oido el caso de un hombre (encargado de una importante empresa cuyo nombre no diré por respetar su intimidad) que habia dicho a su mujer que no fumaba, pero AJA!: Este hombre no sabia que iban a ir los de canal 9 a visitar el bar y su mujer, que estaba viendo la tele, lo pilló en directo alli fumando. Pobrecillo.

En fin: Que el simple hecho de que un bar tenga cerveza a euro es digno de mencion de honor, pero esos platos bastante grandes de arroz al horno, paella o macarrones por un euro (cuando recordemos que en cualquier bar de salto de mata te cobran 2'90 por unas bravas), esos filetes de lomo a la pimienta croquetas de bacalao o demas cosas.

Yo repeti segundo plato. Me gaste cuatro pavos, pero todos estos con tres comieron. Hay como unas bandejas donde tu coges lo que quieres en una cola llena de trabajadores y no tan trabajadores (alli va gente de fuera del propio poligono) y lo pagas todo al final de la cola y au. Me encontré alli a un encargado que tuve hace tiempo, que se llamaba Leo tambien. Le pregunté si el bar era suyo, y me dijo "que va hombre, que va". Uy. Pues no se, ni que hubiesen mil leos en el mundo.

En definitiva: Un lugar donde ir a comer que esta de puta madre, se come bien, barato y en un ambiente inmejorable, como lo es en uno de mis sitios favoritos de la tierra: El polígono de la fuente del jarro. Yo creo que un diez le podria poner, pero me quedo en el nueve por si acaso os hago muchas expectativas. Id, por favor. El señor Leo ha prometido mantener ese precio hasta que acabe la crisis.

Aqui os dejo la noticia contrastada.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/01/13/valencia/1231880208.html

miércoles, 28 de enero de 2009

Black Sheep

Plz. Puerta del Mar, 6


Por Steve:


Existe un lugar en Valencia en el que al atravesar la puerta viajas automáticamente unos 1500 kms al norte y terminas en el corazón de Irlanda, o al menos es la sensación que te daría de no ser por los camareros españoles/latinos. Siempre oí hablar de este Pub, habré pasado millones de veces por delante de él, pero nunca se me hubiera ocurrido entrar de no ser por la sugerencia de Tim de realizar nuestro habitual parón de las caminatas largas. Es un sitio que no podría estar mejor ambientado, un local amplio, oscuro, con música tranquila (Pink Floid aquella tarde) y siempre gente en su interior.
Tienen una respetable variedad de cervezas y lo que no son cervezas. Tim, por ejemplo, se tomó una Celtic Cider, que es la sidra que hacen más allá de Asturias. Y yo, por mi parte, no pude resistirme a la Lupita, una cerveza que tenían con un tapón en forma de sombrero de torero (Qué mayor reclamo para un guiri), cerveza al estilo Desperados o Coronita. Estaban a 2€ la birra española de siempre y 2'50 la de importación, me merecía la pena probar cosas nuevas.

Este maravilloso pub se encuentra en el centro de Valencia, pegadito a la Puerta del Mar, también conocida como "la Puerta de Alcalá de Valencia" o "la movida esa que está en medio de la rotonda que hay yendo pal' Puente de la Peineta". Reconocereis fácilmente la fachada verde, desde fuera no parece un pub irlandes, ni mucho menos un portal de teletransporte. Pero haced caso y entrad, os será grata la visita.

domingo, 25 de enero de 2009

Lala Pub

Mariano Ribera, 33



Por Tim:


El Cumpleaños de Roman acabamos bastante borrachos y como viene siendo tradición, buscamos un karaoke. Habíamos oído de boca de una camarera algo sobre uno de estos tirando para el fondo a la izquierda por no se que calle. Gracias a dios no todo el mundo es como yo, que me pierdo en mi propia casa cuando voy a mear. Así llegamos de manera misteriosa a este lugar. No seria capaz de volver si no fuese porque he encontrado la dirección en el google de pura chorra.
La noche comenzó con Merche cantándonos una canción de Mónica Naranjo con su voz heavymetalera (que es una chica que estudia canto, vamos, la reina de los Karaokes). Yo y James nos marcamos "El lado oscuro" de Jarabe de Palo, Mientras Steve y Roman hicieron una pelea de Pimpinela. Una nueva canción pasó a nuestro repertorio de clásicos, en forma de la genial y desgarrada "El hombre del Piano", de Ana Belén, superior en cualquier caso a la original de Billy Joel. La letra en español cuadra mas con nuestras torturadas almas de detectives.
Estuvo quizá mal, pero no me llega a importar, el momento de la foto, cuando dos chicas pijas se subieron a cantar "Me muero por conocerte", de Alex Ubago con Amaia Montero. Salimos a cantar poco a poco todos los que estábamos allí, gritando como putos heavys borrachos sin educción hasta que las eclipsamos, quedaron ahogadas en la marea fan.
Normalmente cuando pedías una canción tardaban un huevo en ponerlas (yo creo que les caímos mal). Pusieron una canción para un chico que se había ido hacía una hora, y descubrimos demasiado tarde que tenían un libro con canciones en ingles (mira que pudiendo haber cantado una de los Guns and Roses...)
Hay que decir que las birras valían cuatro euros, y siete los cubatas. Pude tomarme una cuando me invitó Roman y otra a medias con Bea con la pasta que nos quedaba. Es el inconveniente de todo Karaoke, que la cerveza la venden como si fuese oro. Espero poder actualizar esta semana con otro pub de este estilo donde llegaron a costar Cinco Euroooos. Ha sido esta una semana de Karaokes, y aprovechando esto, iré dando consejos y pequeños trucos para una vez en estos sitios, conquistar a cualquier mujer que se os ponga delante usando vuestras dotes de interpretación María-abradeleras. (las chicas no necesitáis trucos de estos, simplemente enseñad tetas)
un besito, hasta la próxima!

sábado, 24 de enero de 2009

Cafeteria Made

C/Biar


Por Tim:

Después de ir a ver a un amigo al hospital, Steve y yo no sabíamos donde ir y decidimos ir a Mislata andando a ver a nuestra amiga Mari. En el camino encontramos este lugar, un lugar vacío excepto por una camarera con su hijo en un carrito, que miraban un culebrón.
Poco puedo decir de la cafetería Made en su favor o en su contra. Es un lugar donde me imagino que irán las madres después de recoger a los hijos del colegio para comer churros o algo así. Tengo una imanación muy despierta. Como detalle diré que me encendí un cigarro de los pocos que me quedaban antes de entrar y de repente una ceniza encendida me fue volando al ojo. Estuve unas horas viendo doble y me puse a llorar un poco a ver si se me pasaba. Se me nota un poco en la foto, no?
La cerveza, que nos tomamos rápido para continuar nuestro camino, estaba a 1'30. Creí que me iba a acordar del nombre de la calle (se llama calle biar) por ser como se pronuncia cerveza en ingles (beer). Pero no fue así. se me olvido. Estoy hecho polvo. Too much beer.

jueves, 22 de enero de 2009

Mesón Alina

C/Rodríguez de Cepeda


Por Steve:


El trayecto entre Ángel Guimerá y la plaza del Cedro es largo y trabajoso, sobre todo las noches que te da por experimentar nuevas rutas, por eso aunque portábamos bíberes suficientes (Cervezas Finkbräun) en la mochila, pensamos que no estaría de más cobijarnos en un lugar calentito y descansar todo el tiempo que nos dure un tercio. Y justo cuando nos planteábamos si vender nuestra alma al diablo por un cervecita, una silla y un platito de cacahuetes, apareció de la nada este lugar. Una luz en medio de la oscura calle.

Era el típico bar familiar, con sus mesas y sillas de madera (creo que hasta los ceniceros eran de madera) y un camarero no joven pero si grande, que causaba simpatía a la vez que respeto. Por lo visto nos escuchó pronunciar la palabra prohibida 'Crítica' y nos pidió, con una sonrisa en la cara, que no pusiéramos su bar en una revista, que ya tenía demasiados enemigos (o eso me parece recordar). Menos mal que esto no lo lee nadie.
Entre los flashback que me vienen a la mente tengo la imagen de un enorme tablón de madera, con 4 solitarios chorizos colgando, un cuchillo de carnicero y una lima (la lima de carniecero de toda la vida), resultaba triste verse aquel tablón tan vacío pero no me cabe duda de que aquel era uno de esos sitios que siempre tienen para servirte embutido del bueno. Recuerdo también una foto enmarcada en la pared de la provincia de León y algo sobre los Picos de Europa, lo que te hace sospechar que los dueños vienen del norte, pero mi libro de tópicos no da para tanto.

Nos pedimos todos un tercio -1'30- salvo Roman, que pidió su carajillo de ron del tiempo, cada vez menos birracentrista y mas abocado a la jubilación prematura. Y allí pasamos un buen rato, haciéndonos fotos de nuestras narices y hablando sobre hipotéticos viajes por el mundo.

Opinión de Tim:

No recuerdo mucho de este bar porque llevaba un pedo tremendo, pero el camarero me cayó bien y recuerdo que le dije a una chica que se vendría conmigo a Barcelona, cosa que mantendré porque Tim siempre cumple su palabra y además me hace ilusión, copón. Seguramente sea para el concierto de los Kings of Leon, eso sí, primero tengo que atracar un banco porque no tengo ni un duro.

Hell Awaits

C/Tàpies 21, Barcelona



Por James:


Quien me iba a decir a mi, que en en Barcelona encontraría el posiblemente mejor bar de la península. Y es que, guardo un recuerdo especial de este lugar y no es para menos. Os pongo un poco en situación...

Volvíamos Stanley y yo de visitar a mi amor platónico, una rusa rubia que atendía una especie de tienda de comida rusa. Obviamente, ni a Stanley ni a mi nos importaba lo más minimo la comida rusa, así que nos dirigimos directamente a la nevera de la tienda, para descubrir gratamente que más hacia el este de Europa, los tercios y quintos desaparecen para dejar paso tan solo a adorables botellines de medio litro. Nos equipamos con un par de ellos y partimos hacia nuestro (en principio) destino: El concierto de Opeth y Cynic en La sala Apolo, situada en "Apolo-landia", junto al casino Apolo, el hotel Apolo, el cine Apolo, y creo que hasta también habia un Mercadon-Apolo, si me apuras.

Fue acercarnos a la cola del concierto, y aparecer un hombre grande, calvo y con una chupa de cuero repartiendo flyers. En ellos leimos: "Hell Awaits metal bar, entrega este flaier (si, habéis leido bien, FLAIER) y tendrás la primera cerveza gratis o cubata a mitad de precio". Sin dudar ni medio segundo, pedimos indicaciones al tipo y partimos hacia el lugar, que supuestamente estaba bastante cerca.

Tras dar unas cuantas vueltas estúpidas, llegamos al local. Estaba bastante escondido, una pequeña persiana en una apartada calle ideal para mear o vomitar de noche. Entramos...

Lo primero que me impactó del local fue que, pese a parecer pequeño por fuera, era muy grande por dentro. Mi mirada se dirigió automáticamente al fondo del local, donde una tele de plasma reproducía el concierto "Roundhouse Tapes" de Opeth a todo trapo. Cojonudo recibimiento. Habían sofás a lo largo y ancho de todo el local, y tras la barra se podían ver (aparte de la bebida, claro) una infinidad de CDs y DVDs de música rock y metal.

Entonces apareció el camarero, que resultó ser el tipo que nos había dado los flyers (y que todo sea dicho, debió pensar que éramos retrasados por el tiempo que nos costó llegar al lugar) y nos preguntó que queríamos. Stanley pregunto cual era el precio del cubata y resultó ser 2€ con el 50% de descuento del flyer y además bastante cargados. Cojonudo, que sean dos.

Cuando me di cuenta de que Stanley había llenado todo el suelo de cascaras de pipas, porque las estaba tirando ahí en lugar del cenicero, me pareció una buena idea escabullirnos hacia los sofás y de paso descansar nuestras posaderas. Mientras yo me pedía una cerveza que no había probado: Moritz -marca catalana- por 1€ y que además estaba bastante buena. Tercios a 1€ señores, para que luego digan que los catalanes son agarraos...

Para finalizar, añadiré que también hacían bocadillos (a 3€ creo recordar) y tenían buena pinta aunque no pedimos ninguno, y que pese a que para ser un bar heavy le faltaba un poco de "decoración metalera", había una espectacular estatua del Eddie de la portada del Fear Of The Dark de Iron Maiden, que se le iluminaban los ojos y todo.

Me terminé también la cerveza de Stanley, porque era o eso o quedarnos sin ver el concierto, y nos marchamos. Excelente sitio al que sin duda volveré algún dia, le doy no un 10, sino un 11, a lo Spinal Tap.

miércoles, 14 de enero de 2009

Punto Capuccino

Gran Via Ramon y Cajal, 28


Por Tim:

Aquel día celebrábamos el cumpleaños de Roman. Desde hacía más de una semana nos había advertido que quería quedar ese día en Plaza de españa a las 6, y luego ir a tomar churros con chocolate a la Plaza de la Reina, que le hacía ilusión. A mí en concreto me hacía una ilusión que te cagas, no se a los demás. El caso es que todo esto se fue al traste poco a poco. En cuanto vimos que había gente que llegaba tarde (siempre chicas) decidimos ir a un bar a esperarlas. Error. O quizá acierto? el caso es que una vez en el Punto Capuccino fuimos incapaces de salir. Un campo de fuerza no nos permitía pasar más allá desde la mesa del fondo en la que estábamos, como mucho hasta la barra.

Y es que amigos mios, allí se creo un cúmulo de genialidad y me sentía tan bien, que aunque sé que eso es más debido a la compañía de buenos amigos que al local en si mismo, a partir de ahora siempre miraré a ese sitio con buenos ojos.

Hasta entonces sólo había ido de vez en cuando tras un viaje largo a pedirme un agua de litro, pero todo cambió. Descubrimos, y esto apuntadlo bien que es interesante, que las cervezas valen dos euros cada una, pero hay una oferta que dice que cada tres birras, solo cuestan 4'5o. Eso es tercio a 1'50, y como nosotros no íbamos a pedir sólo una nos fue la mar de bien. Un lugar íntimo en medio del epicentro de Valencia (A 4 metros de Plaza de España, la parada de metro por excelencia XD)

Con esto y sin más que añadir se despide vuestro amigo Tim, a punto de sacar la última cerveza de la nevera, a la 1 y 45 de la noche. Que Kurt Russell esté con vosotros.

viernes, 9 de enero de 2009

Bodega de la Paz

C/ Marques de Dos Aguas, 3


Por Tim:


Era la tarde de la cabalgata de reyes. Eso hizo que la tarea de llegar hasta aquel bar que Steve había visto una tarde de pasada (y que no se acordaba bien donde estaba), fuese ardua y compleja, mientras pasábamos entre el gentío que se te echaba encima mientras cogían caramelos, muchos niños subidos en papeleras y la mayor parte, chicos mayores con bufandas caras y chicas guapas (no entiendo porque estaban en la cabalgata). Iba levantando la mandolina muy por encima de mi cabeza para no pegarles sin querer a alguien en la cabeza con susodicho instrumento. Cuando nos desviamos por una paralela para evitar la marabunta, allí apareció, sin aviso: La Bodega de la Paz.
Lo que mas impacta a primera vista en este local es su decoración rococó, o como se llame. Para entendernos, es como si hubiesen sacado los muebles del Titánic. Lo segundo que nos llamó la atención es un enorme bicho pariente lejano de Ctulhu agonizando sobre una bandeja. Era una langosta grandísima y le habían puesto una goma en una pinza para que no atacase.
- ¿Está vivo? - pregunté.
- Toma, pues claro que está vivo.
No dudó el camarero en posar con él ante la cámara de mi amigo Steve. A mí (y al parecer a nadie más en esa sala) me dan mucha pena los mariscos, que mueren lentamente al aire libre para acabar acelerando este proceso al ser cocidos vivos. Me parecen animales feos y nobles y nunca como nada parecido a ellos.
Pedimos dos cervezas y lo que nos pusieron fue una caña ni grande ni pequeña (las he visto horribles) en un vaso que, todo hay que decirlo, me encantó, junto a unas aceitunas que parecían melones. Dos euros por barba será lo que os costara si pedís una caña de estas. Tienen una carta de cervezas (3'5 la Paulaner, recuerdo) entre las que se hallan casi todas las de importación clásicas, y la verdad es que para ser camareros de uniforme (que siempre están agilipollados) estos eran bastante majos.
No es de lo mejor que he visto, pero tampoco les derribaría el local. Sin embargo Steve quería ponerle a este bar un 10. Dejo libre para que edite esto y explique sus razones. Sin más ni más, un beso a todos/as.
Opinion de Steve:
El crustaceo (no sé cuándo deja de llamarse langosta o bogavante para adquirir el nombre de 'bestia infernal') era enorme, uno de esos bichos que cazan leones cuando tienen hambre. Y sí comparto la opinión de que es triste ver a uno de esos animales muriéndose poco a poco en la barra de un bar, aunque seguro que ese bicho ha vivido más que los 5 birracentristas juntos.
En cuanto al bar, no es que crea que merezca un 10, es que si todos tienen un 9, este merece un 9'1 como mínimo, sólo por la frikada de tomarte una cerveza en un sillón colonial, victoriano o vete tú a saber qué. Me pareció realmente acogedor, tenia una sala ahí un poco apartada sin ventanas, y creo que hasta una terraza un poco más allá. Estoy deseando ligarme a una moza para llevarla allí a cenar. A todo esto juntamos el hecho de que tiene un variedad de cervezas de importación que no suele verse por ahí. Desde luego no sé si merecerá más nota pero que a Tim no se le ocurra bajarle de 9.

lunes, 5 de enero de 2009

Porto Venezia

C/ Calixto III, 25


Por Steve:


He entrado en bares donde puedes tocar la barra con una mano y la pared del lado opuesto con la otra, he visitado sitios en los que no conocen la plabra 'cerveza' y he tomado birras calientes en ardientes tardes de agosto, pero no será hasta ahora que hagamos una mala crítica a un local. Yo contribuí a la decisión de terminar en aquella Pizzería y pido disculpas por ello.

Bien es cierto que entramos allí con la intención de cenar y no de tomarnos unas cervezas, como también es cierto que los restaurantes se escapan un poco a nuestra costumbre de criticar bares de barrio pero hay que criticarlo todo y no veo mejor modo de desfogarme que este blog.

Al ver los precios que rondaban los 7€ por pizza pensamos, como es lógico, que serían bien grandes y carnosas. De modo que las personas de poco apetetito decidían compartir la misma pizza. Pedimos primero la bebida (cerveza 2'20, no problema) y despues las pizzas, además a un camarero que nos trataba como si acabara de pillar a su novia follándose a su padre sobre su colección de sellos. Echaron cuentas sobre los pedidos para descubrir que íbamos a ser más personas que pizzas en la mesa, y eso...¡eso era inadmisible! Así que volvieron para exigirnos que como mínimo consumiéramos una pizza por cabeza. Aunque en un alarde de generosidad permitieron que nuestra amiga celiaca se trajera la cena de fuera. No tardaron en traérnoslas y el por qué está en el chiste que va a continuación: ¿Sabeis qué es una crep con queso y tomate? Una puta pizza del Porto Venezia. Si fumara de liar me hubiera guardado un trozo para cuando me quedara sin papel. ¿Estaban buenas? Sí, como todas las pizzas recien hechas, pero te hacen falta 3 para cenar.
Y si los que leen esto piensan que es lo normal, que todas las pizzerías son de ese palo, sencilla y llanamente no habeis entrado al Pizza Roma. No había nada, ni el precio ni las pizzas translúcidas ni gruñón reconvertido a camarero, que justificara volver a entrar en ese local.

He dicho.