UN SEGUIMIENTO DE LOS BARES A TRAVÉS DE LA COMUNIDAD VALENCIANA Y EL RESTO MUNDO




sábado, 30 de enero de 2010

Bar Papua


Aventura Cántabra - Dia 2: Aledaños del pueblo

Por Steve:

El mismo día que fuimos a visitar la central térmica de Barreda decidimos aprovechar la tarde en buscar la playa de La Concha (La de Suances, no la de Donosti). Ésta se suponía que estaba a 2 kilómetros del albergue, de modo que nos íbamos andando, que nos vendría bien caminar un poco, pero esos 2 kilómetros resultaron ser cosa de 6. 6 kilómetros que nos recorrimos cuesta arriba cuesta abajo como 3 auténticos campeones. Y todo para ver una playa, que por lo visto aqui en Valencia no hay.

No pudimos resisitirnos a pisar la arena, sobre ella había una fina capa de agua que empezaba cosa de 100 metros antes de llegar a lo que viene ser la costa. Tim no dudó en mojarse un poco los pies para recorrer esos 100 metros, meter a mano en el agua y poder decir que ha tocado todos los mares/océanos que bañan España. Mientras, yo me quedé en la arena seca observando lo que siempre se ve en todas las playas del norte, gente abrigada paseando al perro. Al volver daba una pereza enorme recorrer de nuevo los 6 kilómetros para casa, tal que a los 10 minutos de andar desistimos y nos metimos en un bar.

En Valencia, esa gente que es demasiado mayor para jugar a fútbol en los parques pero demasiado joven para saber (o poder) disfrutar de unas cervezas con los colegas en la barra de un bar, los llamados pubertosos, pasan las tardes dando vueltas por Nuevo Centro o cualquier otro centro comercial. Pero en el modesto pueblo de Suances, a media hora en coche de Santander, no tienen centros comerciales, de modo que los cuatro pubertosos que acumula el pueblo se meten en este lugar llamado 'Bar Papua'.
Era un lugar con futbolín, dardos y no estoy seguro pero creo que también billar. La camarera, que era una muchacha muy maja pero que parecía demasiado joven, de esas a las que jamás dejarán de pedirle el carné en las dicotecas, nos puso 3 quintos porque no tnía 'medias' (ya en El Descanso nos dijeron que así es como llaman a los tercios), solo que allí los quintos tampoco se llaman quintos, se llaman cuartos (¿cuarto de qué? ¿de galón? ¿de pie cúbico? No tiene sentido). A nuestro alrededor había lo que ya he mencionado antes, pubertosos por aquí y por allá, sólo habían 2 personas a las que no superábamos en edad: los padres de un niño que pronunciaba sus primeras palabras, a la edad que todo niño dice 'mamá' y 'papá' aquel chavalín sólo decía 'hijoputa' y 'cojones'. Ante todo este panorama menos mal que teníamos en la tele a Carmen Alcayde, cosa de agradecer tiendo en cuenta que en todo bar de Valencia sólo puedes ver a Chuck Norris por Canal 9. Otro punto a favor eran las Crepes que te hacía la camarera 'Peter Pan' al momento, Spectrum pidió una de chocolate que todos tastamos y bien buena que estaba.

Y hasta quí lo que recuerdo, escribo todo esto de un tirón justo antes de irme a currar. Que pasen un buen y cervecil fin de semana.

martes, 19 de enero de 2010

Bar el Descanso



Aventura Cántabra - Dia 2: Aledaños del pueblo



Por Tim

Habíamos andado varios kilometros desde Hinojedo, donde estábamos alojados y caminamos hacia el sur por la carretera, andando y viendo varios bares. Vimos varias vacas que parecían de mentira hasta que se movían, y pudimos comprobar que allí la gente en su jardin a veces tiene ovejas en lugar de perros. Caminamos de mañana hasta el cercano pueblo de Barreda, que limitaba con el rio Besaya. Allí mis ojos pudieron comprobar algo que había visto antes desde la carretera, y era una enorme central Térmica cuyas luces había visto reflejadas en el río, cosa que me pareció preciosa cuanto menos. Pero de día era otro cantar: si me había parecido bonito de noche, cuando pude verla bien me pareció una de las obras más increibles que haya visto jamás. Las chimeneas que llegaban hasta mitad del cielo con sus escaleras que un hombre con el corazán débil jamás podría subir, sus calles en la propia central que parecían salidas de una película cyberpunk y en las que imaginaba tiroteos, persecuciones y a Plissken Snake. Siempre he tenido una fijación con las industrias y aquella en aquel lugar ensimismo mi corazón. Espero que las fotos le hagan justicia, pero si sois frikis de estos temas os aconsejo que la veais un día, a las diez u once de la mañana, en su pleno esplendor. Estoy seguro que es la fuente de ingresos del pueblo y espero que siga estando ahí muchos años aunque sea nociva para el ecosistema.

Cuando volvimos camino de regreso, pasamos muchos bares hasta llegar al más cercano a Hinojedo, el primero que habíamos visto. Se llamaba Bar el Descanso y estaba en la propia carretera. Entramos y sólo habían dos abuelos norteños que hablaban sobre las virtudes de Guardiola como entrenador del Barça, decían que era un hombre que no decía nunca una palabra más alta que la otra y nunca subestimaba a sus adversarios.

Pedimos tres quintos, puesto que aún se seguían confundiendo cuando pedíamos tercios y nosotros seguíamos pidiéndolos sin pensar, y sin pedirlo nos pusieron un plato grandísimo con gambas como puños de grandes. Fue una pena por que no nos gustaran a ninguno y las devolvimos, y nos pusieron cacaos. Vimos en la tele una película sobre un tipo que quería hacer un grupo y triunfar en el Rock and Roll. Cuando pedimos los siguientes tres y un plato de bravas, el bar ya estaba lleno de gente misteriosamente, gente con hijos sobre todo, que irían a echar la birra de antes de comer, una cosa que siempre ha molado aunque luego no tengas hambre.



Las bravas resultaron ser un plato enorme de patatas precocinadas eso sí, aunque no nos quejamos porque dado que nos íbamos a poner como el kiko y nos habían traido todas las salsas del mundo para que las echáramos nos pareció genial. Me sorprendió ese detalle, ojalá los bares pusiesen siempre así las tapas, pues son estas patatas mi comida favorita del mundo. No recuerdo lo que valían pero vamos unos once euros no nos los quito nadie. Un nueve muy gordo para este bar.

lunes, 18 de enero de 2010

El Tapeo

C/Batalla de Villalar

AVENTURA CÁNTABRA - Día 1: El Viaje

Por Steve:



Me hace gracia decir que me fui hasta Burgos para tomarme una cerveza, y es que entre mis amigos siempre se ha dicho que algo está en Burgos cuando lo que hemos querido decir es que está a tomar por saco. De modo que: Burgos = donde Cristo perdió el mechero (En Valencia se dice también mucho eso de 'a fer la ma' pero es algo que ni los propios valencianos terminamos de entender).


Ya habíamos almorzado en Cuenca y comido en Madrid, por fuerza la siguiente parada debía ser para merendar, y qué mejor merienda que una cervecica en esta encantadora ciudad de Castilla...No nos demoramos mucho en encontrar un buen lugar, casualmente entramos para aparcar en una calle que tenía un bar cada dos pasos (¿Veis por qué es mejor que Madrid? ¿Lo veis?), especialmente nos llamó la atención uno llamado 'El Tapeo'. En la entrada habían 2 niñas diciendo que tenían miedo de entrar pero una vez dentro nos pareció un lugar de lo más acogedor. No ponían tapas, pero era de estos lugares pequeños que tanto nos gustan, con las mesas justas para los cuatro abueletes que lo frecuenten.

Lo llevaba una señora de unos 40 años.


- ¿Nos pones 3 tercios?


- ¿Qué?


- Cerveza...


- Ah! Vale


Y no sé muy bien qué entendió la señora, pero en lugar de 3 tercios nos puso 3 quintos y 3 mecheros. Y allí nos los bebimos (sólo los quintos, los mecheros nos los guardamos) al tiempo que escuchábamos música que no gusto a Spectrum por estar obsoleta, ya que era del 2005, toda una afrenta para él.No tuve ocasión de comprobarlo pero tanto Tim como Spectrum coinciden en que era un show entrar en el baño, que de tan reducido que era aquello, la puerta golpeaba con el retrete al abrir y tenían que inventarse peripecias para poder meterse. Aun así y todo el lugar me moló, y más aun cuando nos cobraron na más que 3 euros por los 3 quintos (¿Lo veis? ¿Lo veis?).


Al salir de allí decidimos pasearnos un poco por Burgos. Había oído decir que es de las ciudades más frías de España pero en aquella tarde-noche estábamos a 3 gratificantes grados. Y aunque no vimos nada típico de allí (si es que hay algo típico burgalés más allá del queso fresco) me gustó bastante la ciudad y el tranquilo ambiente que allí se vivía.


Y nada más por hoy, la siguiente entrada ya desde Cantabria. Nos la narrará Tim con mucho gusto.

miércoles, 13 de enero de 2010

Bar de nombre desconocido

Pje del Can Menor

AVENTURA CÁNTABRA - Día 1: El Viaje

Por Steve:


Algunas horas despues de que nos paráramos en un pueblo remoto de la Mancha para almorzar, nos detuvimos en Madrid para comer. Y no porque nos guste especialmente la capital si no porque teníamos que pasar por cojones y ya apretaba el hambre. Nos costó cosa de 20 maniobras encajar el coche en la única plaza de aparcamiento libre de "la gran ciudad", tan ajustado quedó en la plaza que pensamos que a la hora de sacarlo tendríamos que volcarlo y revolcarlo. Pero de eso ya nos encargaríamos más tarde, lo que tocaba ahora era buscar un bar en el que acompañar nuestro bocata casero con una cerveza y tampoco eso nos fue fácil. No sé en que zona de Madrid nos metimos pero tardamos eones en concluir nuestra búsqueda. Inimiaginable en cualquier otro punto de España. Indignado estoy aun.

Primero vimos una cervecería que tenía buena pinta aunque con precios que se pasaban 3 pueblos, asi que seguimos buscando y al cruzar la esquina había otro bar, más pequeño y modesto, en una calle tan insignificante que no sale en el StreetView de Google Maps (razón por la cual desconozco el nombre del lugar). Estaba regentado por unos chavales argentinos que dudaron si nos dejaban comer nuestros bocatas caseros en su local: 'Bueno, vale. Pero porque es navidad', dijeron. Nos pedimos 3 minijarras de cerveza a 2'20 cada una y allí nos comimos nuestros bocatas de mamá. Tim era el tercer bocadillo de fiambre que se comía a lo largo del día y para variar decidió darle la vuelta a este, con la corteza por dentro y la molla por fuera. Todos pensamos que iba a ser el invento del siglo pero no. Era exactamente lo mismo solo que con un tacto más suave y blandito.
Al terminar de comer, Spectrum se acercó a la barra con sus andares de tío duro.


- Os voy a pedir algo y os voy a ir diciendo cómo se hace porque aquí no sabréis lo que es. ¿Tenéis leche condensada?

- No, lo siento, no podemos hacerte un bombón.

- oh...vale, pues entonces ponedme un cortao.

Y el cortao le costó 1'50 al bueno de Spectrum (Por cerca de 2 euros le hubiera salido el bombón de haber leche condensada).


Concluiré diciendo lo que ya sabía antes iniciar nuestro viaje a Cantabria. Madrid es un asco. Y ¿Por qué esta antipatía irracional? He estado varias veces allí y nunca le he visto nada bueno ¿Habeis visto aquel capítulo de Los Simpsons en el que Homer odia Nueva York? Pues si no lo habeis visto vedlo, que lo mio es algo pareceido. Aunque reconozco que si este bar estuviera en Valencia con sus precios normales y tal, no me hubiera disgustado.
y aquí me despido, próxima parada, Burgos, eso si era una ciudad como Dios manda. Un abrazo para todos los madrileños, aunque vivan en una ciudad de mierda. ;)

jueves, 7 de enero de 2010

Bar Paraiso

Carretera Madrid - Valencia, Km 167, Honrubia (Cuenca)


AVENTURA CÁNTABRA - Día 1: El Viaje

Por Tim:

Desde pequeño siempre me han fascinado esos bares que venden navajas en ellos, puesto que yo me entretenía mirándolas mientras mi familia, que no son pocos, cenaban. Siempre estaba la típica navaja gorda que te preguntas realmente si es de verdad (rollo como una barra de pan pero gorda) con sus precios pegados ahí. Pues esos bares sólo están en la provincia de Cuenca que yo sepa, y allí fue justamente donde paramos Spectrum, Steve y yo en nuestro viaje a Cantabria. Nos paramos a la hora y pico de camino en este lugar para almorzar nuestros bocatas de casa, era un bar grande donde nadie te iba a mirar mucho. Yo me hice un bocata de chorizo con un pan que compré a una rumana en un horno justo al otro lado de la carretera, casi me atropellan por idiota, que cruzo las carreteras como si fuesen las calles de Valencia normales y corrientes.

Como tenía un hambre acojonante me hice un bocata con lo que quedaba de barra. A todo esto nos habíamos pedido dos cañas y un café para spectrum, y creo que fue Steve quien se pidió una tostada con aceite y sal (madre mía que memoria ehhhh). 6'40 nos costó la movida y nos llevamos un sobre de café customizado para criticar el bar y que no se nos olvidase la ubicación del sitio, vamos como en el Fallout 2, que para que te salgan los sitios en el mapa te tiene que decir alguien dónde están.

Diré que me bebí esa cerveza muy despacio porque no íbamos a pedir mas. Y como al recordarlo me parece que tenía que haber bebido un poco más, para compensar, me voy a abrir una lata ahora mismo. Antes de cerrar esta sesión iniciada de blogspot, añadiré que según Spectrum el café estaba muy bueno. No sé hasta qué punto tiene credibilidad este hombre como experto de cafés pero le creemos porque es nuestro amigo y vosotros los nuestros, así que creednos y en resumen confiad en Spectrum también. En la foto me podeis ver con un mapa de la ciudad de Honrubia vista en aéreo, algo que queda muy bien en cualquier bar y se pusó muy de moda en algún tiempo pretérito porque siempre están descoloridos.